Muchos pacientes se sorprenden cuando en alguna de la visitas iniciales les pregunto sobre ello. Y es que en ocasiones como osteópatas, percibimos en el sistema una falta de potencia y de vitalidad que nos lleva a sospechar que el “motor de vida” no fue encendido en su máxima expresión debido a un primer llanto débil o ausente.
Te voy a resumir y explicar la importancia de todo ello; y la relación que puede llegar a tener en tu actual nivel de salud.
1. El primer llanto: qué representa fisiológicamente
Desde el punto de vista biológico y osteopático, el primer llanto del bebé marca la transición de la vida intrauterina a la extrauterina. Este acto implica:
- La primera expansión pulmonar: apertura de los alveolos y establecimiento del patrón respiratorio.
- El inicio del ritmo cardiorrespiratorio autónomo, que sincroniza los sistemas nervioso, circulatorio y fascial.
- Un estímulo del sistema nervioso autónomo (predominio simpático al inicio, luego equilibrio con el parasimpático).
- Activación del sistema craneosacral: la primera pulsación rítmica del líquido cefalorraquídeo se sincroniza con la respiración y la movilidad de las suturas craneales.
2. Desde la visión osteopática: estructura y función
Según nuestra visión como osteópatas consideramos que estructura y función son interdependientes.
Si el parto o el primer llanto son dificultosos —por ejemplo, parto instrumental, cesárea, sufrimiento fetal, hipoxia o ausencia del llanto espontáneo— pueden producirse tensiones adaptativas en:
- La base del cráneo, especialmente en el occipital, esfenoides y temporales.
- Las membranas intracraneales (tensiones en la tienda del cerebelo o la hoz del cerebro).
- El diafragma torácico, implicado en la respiración y la circulación linfática.
- El sistema fascial, que se adapta al estrés mecánico y emocional del nacimiento.
Estas tensiones iniciales pueden alterar el desarrollo del sistema nervioso autónomo y del eje craneosacro, condicionando la homeostasis (equilibrio) a largo plazo.
3. Repercusiones en la salud del adulto
Si las adaptaciones primarias del nacimiento no se integran adecuadamente, el cuerpo puede mantener patrones compensatorios a lo largo de la vida. Entre muchos otros, estos podrían ser:
- Trastornos respiratorios crónicos (asma, disnea, ansiedad respiratoria).
- Alteraciones del tono vagal, con impacto en la digestión, inmunidad y regulación emocional.
- Disfunciones craneales persistentes que afectan a la postura, la visión o el equilibrio.
- Problemas psicoemocionales vinculados a la respuesta al estrés (una impronta temprana de “bloqueo vital”).
En términos osteopáticos, el primer llanto es un acto de liberación y ajuste fisiológico global; si se ve perturbado, el cuerpo puede desarrollar patrones restrictivos que, décadas después, se expresan como enfermedades funcionales o adaptativas en el adulto.
4. Enfoque terapéutico osteopático
El tratamiento osteopático, incluso en el adulto, busca liberar patrones de tensión primarios originados en el nacimiento mediante:
- Trabajo sobre el cráneo y el sacro.
- Normalización de la dinámica de los diafragmas y las fascias torácicas.
- Estimulación del sistema nervioso autónomo para recuperar el equilibrio entre simpático-parasimpático.
- Promoción del ritmo respiratorio primario, restableciendo la armonía global y la expresión del cuerpo fluídico.
Resumiendo podríamos decir que el primer llanto es el primer gran movimiento vital.
Desde la osteopatía, condiciona el equilibrio estructural y funcional de toda la vida.
Un llanto libre, profundo y espontáneo refleja una buena adaptación; un llanto bloqueado o ausente puede dejar huellas en la fisiología y la salud del adulto.
Te invito a que indagues en tu historia personal. Saques tu propias conclusiones y busques a un osteopata de confianza para que te ayude a restablecer tu salud yendo hasta el origen. La única manera de sanar y avanzar es encontrando la causa que nos hace enfermar.
Del mismo modo, piensa en cómo ha sido la llegada de tus hijos a este mundo. Como fueron sus llantos al nacer y acompáñales con esta visión osteopática para garantizarles una mejor adaptación a todos los desafíos que la vida tiene preparados para ellos de ahora en adelante.
Con amor,
Miriam

